Cuando cada célula de tu cuerpo esté tan presente
que vibre de vida, y cuando puedas sentir esa vida en cada momento como la
alegría de Ser, entonces puedes decir que te has liberado del tiempo.
Liberarse del tiempo es liberarse de la necesidad
psicológica del pasado para tener una identidad; y del futuro, para hallar la
realización. Representa la transformación de conciencia más profunda que se
pueda imaginar.
CUANDO HAS OBTENIDO LOS
PRIMEROS ATISBOS DEL ESTADO
INTEMPORAL DE CONCIENCIA, empieza
un ir y venir entre la dimensión temporal y la
presencia. Empiezas por darte cuenta de que tu conciencia raras veces está
verdaderamente en el ahora. Pero saber que no estás presente es ya un gran
éxito: ese saber es presencia, aunque al principio sólo dure unos segundos de
reloj antes de que vuelvas a perderla.
A continuación, y cada vez con más frecuencia,
eliges enfocar la conciencia en el momento presente más que en el pasado o en
el futuro, y al darte cuenta de que has perdido el ahora, eres capaz de
permanecer en él no sólo un par de segundos, sino periodos más largos, tal como
se perciben desde la perspectiva externa del tiempo del reloj.
Así, antes de establecerte firmemente en el estado
de presencia, es decir, antes de poder ser plenamente consciente, pasas un
tiempo yendo y viniendo entre la conciencia y la inconsciencia, entre el estado
de presencia y el estado de identificación con la mente. Pierdes el ahora y
vuelves a él, una y otra vez, hasta que finalmente la presencia se convierte en
tu estado predominante.
CAPITULO
CUATRo
Es fundamental que lleves más conciencia a tu vida
en las situaciones ordinarias, cuando todo va relativamente bien. Así irá
creciendo el poder de tu presencia, que genera en ti y a tu alrededor un campo
de alta frecuencia vibratoria. Ninguna inconsciencia ni negatividad, ninguna
discordia o violencia podrán entrar en ese campo y sobrevivir, del mismo modo
que la oscuridad no puede sobrevivir en presencia de la luz.
Cuando
aprendes a ser testigo de tus pensamientos y emociones, que es parte esencial
del estar presente, te sorprende el ruido de fondo de la inconsciencia
ordinaria y te das cuenta de que muy pocas veces te sientes verdaderamente
cómodo contigo mismo, si es que te ocurre alguna vez.
A
nivel mental, encontrarás abundantes resistencias en forma de juicios,
descontento y proyecciones mentales que te alejan del ahora. A nivel emocional,
notarás una corriente subterránea de incomodidad, tensión, aburrimiento o
nervios. Todos estos contenidos son aspectos de la mente en su habitual
modalidad de resistencia.
OBSERVA LOS DIVERSOS MODOS EN
QUE LA INTRANQUILIDAD, el descontento
y la tensión surgen en ti como consecuencia de juicios innecesarios,
resistencias a lo que es y la negación del ahora. Lo inconsciente se disuelve
cuando lo iluminas con la luz de la conciencia.
Cuando aprendas a disolver la inconsciencia
ordinaria, la luz de tu propia presencia brillará con fulgor, y será más fácil
afrontar la inconsciencia profunda cuando sientas su atracción magnética. Sin
embargo, puede que la inconsciencia ordinaria no resulte fácil de detectar,
porque es muy común.
ACOSTÚMBRATE A HACER UN
SEGUIMIENTO DE TU ESTADO EMOCIONAL
Y MENTAL mediante la auto-observación.
Una buena pregunta que podrías plantearte
frecuentemente es: «¿Estoy relajado en este momento?»
O también puedes indagar: «¿Qué está ocurriendo
dentro de mí en este instante?»
Interésate al menos tanto por lo que ocurre dentro
de ti como por lo que pasa fuera. Si consigues que lo de dentro esté bien, lo
de fuera encajará en su lugar. La realidad primaria está dentro; la secundaria,
fuera.
Y NO TE RESPONDAS A ESTAS PREGUNTAS INMEDIATAMENTE. Dirige tu atención hacia dentro. Mira dentro de
ti.
¿Qué tipo de pensamientos está produciendo tu mente?
¿Qué sientes?
Dirige tu atención al cuerpo. ¿Notas alguna tensión?
Cuando detectes cierto nivel de incomodidad, el
ruido de fondo, observa cómo estás evitando, resistiéndote o negando la vida
por negar el ahora.
Hay muchas maneras de resistirse inconscientemente
al momento presente. Con la práctica aumentará tu poder de auto-observación, tu
capacidad de hacer un seguimiento de tu estado interno.
Cuando aprendas a disolver la inconsciencia ordinaria, la luz de tu propia presencia brillará con fulgor, y será más fácil afrontar la inconsciencia profunda cuando sientas su atracción magnética. Sin embargo, puede que la inconsciencia ordinaria no resulte fácil de detectar, porque es muy común.
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