Hay una meditación de auto-sanación, simple pero
poderosa, que puedes practicar cuando sientas la necesidad de fortalecer tu
sistema inmunológico. Es especialmente eficaz si la utilizas cuando percibes
los primeros síntomas de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades
que ya están instauradas si la usas con la suficiente frecuencia y
concentración. Asimismo, contrarrestará las alteraciones sufridas por tu campo
energético a causa de cualquier negatividad.
De todos modos, la práctica de la presencia en el
cuerpo momento a momento no tiene sustituto posible, y si no se realiza, el
efecto de la meditación sólo será temporal. Veamos los detalles prácticos.
CUANDO
TENGAS UNOS MINUTOS LIBRES, y
especialmente por la noche antes de dormir y a primera hora de la mañana antes de levantarte,
«inunda» tu cuerpo de conciencia. Cierra los ojos. Túmbate de espaldas. Ve
llevando la atención, sucesivamente, a las distintas partes del cuerpo: manos,
pies, brazos, piernas, abdomen, pecho, cabeza, etc. Siente la energía dentro de
esas partes con toda la intensidad posible. Mantente en cada una de ellas
durante quince segundos aproximadamente.
A continuación, deja que tu atención recorra el
cuerpo unas cuantas veces como una ola, de los pies a la cabeza y de la cabeza
a los pies.
Con dedicar un minuto a esta parte es suficiente. A
renglón seguido, siente la totalidad de tu cuerpo energético como un campo de
energía unificado. Mantén la sensación durante unos minutos.
Permanece intensamente presente durante ese tiempo,
presente en cada célula de tu cuerpo.
No te preocupes si tu mente consigue apartar tu
atención del cuerpo ocasionalmente y te quedas perdido en algún pensamiento. En
cuanto te des cuenta de que eso ha ocurrido, reorienta tu atención hacia el
cuerpo interno.
EL
USO CREATIVO DE LA MENTE
Si necesitas usar la mente para un propósito
específico, úsala en combinación con tu cuerpo interno. Sólo si eres capaz de
mantenerte consciente sin pensamientos podrás usar la mente creativamente, y el
camino más fácil para entrar en ese estado es a través del cuerpo.
CUANDO NECESITES UNA
RESPUESTA, UNA SOLUCIÓN O UNA
IDEA CREATIVA, deja de pensar momentáneamente
y concentra la atención en tu campo de energía interno. Toma conciencia de la
quietud. Cuando vuelvas a pensar, tu pensamiento será fresco y creativo. En
cualquier actividad relacionada con el pensamiento, practica el hábito de
alternar entre unos minutos de pensamiento y otros tantos de una especie de
escucha interna, de quietud interna.
Podríamos decirlo así: no pienses únicamente con tu
cabeza, piensa con todo tu cuerpo.
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