Ésta debe ser tu práctica espiritual:
EN LOS QUEHACERES DE TU VIDA no concedas el ciento por ciento de tu atención al
mundo externo y a la mente. Mantén parte de tu atención dentro.
Siente tu cuerpo interno mientras participas en tus
actividades cotidianas, especialmente cuando te relacionas con otras personas o
con la naturaleza. Siente la quietud en lo profundo de él. Mantén la puerta abierta.
Es muy posible ser consciente de lo No Manifestado a
lo largo de la vida. Lo sientes como una profunda paz de fondo, una quietud que
nunca te abandona, pase lo que pase fuera. Así te conviertes en un puente entre
lo No Manifestado y lo manifestado, entre Dios y el mundo.
Este es el estado de conexión con la Fuente, que
llamamos iluminación.
PROFUNDIZA
TUS RAÍCES INTERNAS
La clave está en mantenerse permanentemente en un
estado de conexión con tu cuerpo interno, sentirlo en todo momento. Esto
profundizará y transformará tu vida rápidamente. Cuanta más conciencia dirijas
hacia el cuerpo interno, más elevada será su frecuencia vibratoria, de manera
parecida a una luz que brilla más a medida que giras el interruptor progresivo y
aumenta el flujo eléctrico. En ese alto nivel energético la negatividad ya no
puede afectarte, y tenderás a atraer nuevas circunstancias que reflejen esa
frecuencia elevada.
Si mantienes la atención en el cuerpo siempre que te
sea posible, estarás anclado en el ahora. No te perderás en el mundo externo ni
en la mente. Los pensamientos y las emociones, los miedos y los deseos, pueden
seguir presentes en alguna medida, pero ya no se adueñarán de ti.
POR FAVOR, ANALIZA DÓNDE ESTÁ
TU ATENCIÓN en este momento. Estás escuchándome o estás leyendo
estas palabras en un libro. Ese es el centro de tu atención. También eres
consciente periféricamente de tu entorno, de otras personas, etcétera. Además,
puedes tener cierta actividad mental en torno a lo que estás oyendo o leyendo,
algún comentario mental.
Pero no es necesario que nada de lo anterior absorba
toda tu atención. Intenta mantenerte simultáneamente en contacto con tu cuerpo
interno. Mantén parte de la atención dentro de ti; no dejes que toda ella fluya
hacia fuera. Siente tu cuerpo desde dentro como un campo energético unificado.
Es casi como si estuvieras escuchando o leyendo con todo tu cuerpo. Practica
esto en los próximos días y semanas.
No entregues toda tu atención a la mente y al mundo
externo. Intenta concentrarte en lo que haces con todos los medios a tu
alcance, pero al mismo tiempo siente tu cuerpo interno siempre que puedas.
Mantente arraigado en tu interior. A continuación observa cómo eso cambia tu
estado de conciencia y la cualidad de tus acciones.
Por favor, no te limites a aceptar o negar lo que
digo. Haz la prueba.
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